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Monday, April 17, 2006 

ENTREVISTA CON DAVID SÁNCHEZ


David Sánchez: De Malcolm X a Ornette Coleman

Por Oscar Adad

El joven saxofonista puertorriqueño y acreedor al Grammy Latino en la categoría de Mejor Disco Instrumental 2005 por su álbum Coral (Columbia, 2004) habla, entre otras cosas, de su amplio rango de influencias que van desde figuras del deporte, la música, hasta los movimientos sociales en los años sesenta, los cuales lo han inspirado en el sentido de “tener que trabajar para conseguir lo que buscas teniendo, al mismo tiempo, conciencia de quién eres”.

A sus 37 años, David Sánchez se encuentra en un lugar privilegiado dentro del llamado jazz latino. Con un premio Grammy a cuestas, siete grabaciones como líder y decenas como músico de sesión junto a importantes jazzistas, el saxofonista nacido en la Ciudad de Guaynabo, Puerto Rico, se da tiempo para charlar poco antes de ofrecer su presentación en un club de la Ciudad de México. De trato afable y sencillo, Sánchez recuerda el ambiente musical que reinaba en su hogar en sus primeros años de vida. “En casa siempre estuve expuesto a música muy diversa, mi padre escuchaba la llamada música del ayer, mi hermano mucho folklore afroborinqueño y cubano porque es percusionista. La música clásica y el jazz fueron introducidos por mi hermana que ya escuchaba discos de Miles Davis y Billie Holliday. Por mi parte me gustaba el rockanrol de bandas como Earth Wind and Fire y The Police. En aquella época mis discos favoritos eran Kind of Blue de Miles Davis, Saxophone Colousus de Sonny Rollins, eventualmente Giant Steps de John Coltrane, Black Gold de Eddie Palmieri y obviamente Ghost in the Machine de The Police”.

Gracias a ese ambiente, el pequeño David se introduce más en la música y a los 8 años se inicia en el aprendizaje de las percusiones y cuatro años después se decide por el saxofón tenor. Además, mientras continúa sus estudios en la Escuela Libre de Música de San Juan en su natal Puerto Rico, también se lanza al estudio de otros instrumentos como la flauta, el clarinete y los saxofones alto y soprano, pero es el tenor el que lo ha acompañado durante toda su carrera. “En mi instrumento mis primeras influencias fueron Dexter Gordon, Sonny Rollins, Coltrane, pero con el paso del tiempo te vas expandiendo a otras formas de tocar, por ejemplo, la música de Ornette Coleman es muy importante para mí en mi desarrollo musical”.

Sin embargo, el bagaje de influencias del saxofonista no para sólo en la música, David extiende su abanico de inspiración a distintos ámbitos de las artes que van de las pinturas de Dalí y Picasso, los textos de Langston Hughes y García Lorca hasta figuras del deporte como el legendario beisbolista boricua Roberto Clemente y el pugilista Mohammed Alí. Asimismo Sánchez se identifica con los movimientos por los derechos civiles de los afroamericanos que tuvieron lugar en los Estados Unidos en la década de los sesenta. “Me identifico con la forma en que se desenvolvieron personas como Malcolm X, Rosa Parks, Martin Luther King. Me han influido en el sentido de tener que trabajar para conseguir lo que buscas teniendo, al mismo tiempo, conciencia de quién eres. Con eso puedes lograr lo que tu quieras”.

El ser un músico flexible, capaz de tocar con diferentes artistas como el saxofonista Paquito D´Rivera, el pianista Gonzalo Rubalcaba o el trompetista Dizzy Gillespie entre muchos otros, da pie a cuestionarle sobre el papel que juegan las raíces culturales en su trabajo. “Definitivamente son muy importantes –responde categórico-. Mi experiencia de tocar con Dizzy Gillespie y lo que aprendí de él es que sabe de donde viene. Tienes que conocer lo más posible tus raíces para aportar un color y una perspectiva diferente. Si conoces ciertas reglas y sabes dónde estás y a dónde te diriges, es más sencillo agregarle otros elementos a la música. Y la cultura es algo fundamental. En otras palabras, te tienes que conocer a ti mismo para poder realmente decir algo”.

Viejo conocido por el público mexicano por sus anteriores visitas a nuestro país, Sánchez presenta para la ocasión a un cuarteto de primer nivel conformado por Edsel Gómez al piano, Adam Cruz en batería, Hans Glawischnig al contrabajo, y el propio David al tenor. Grupo caracterizado por la variedad de colores que imprimen a las composiciones. “Para mí lo más importante con los músicos con los que toco es que tengan personalidad. Las composiciones son meras ideas musicales y espero que esas ideas se desarrollen para que tomen un giro diferente. Y eso sólo se consigue con músicos que tengan mucha personalidad”.

Y es que, esa personalidad de la que habla el saxofonista, parece que fue lo que cautivó al jurado de la Latin Academy of Recording Arts and Sciences ya que en 2005, y después de tres nominaciones previas al premio Grammy Latino en la categoría de Mejor Álbum Instrumental, se le otorgó por fin el reconocimiento por el disco Coral rubricado por el sello Columbia. Primer disco donde Sánchez incluye a una orquesta explorando composiciones de autores latinoamericanos. “Los reconocimientos son importantes. El hecho de que diferente tipo de gente reconozca tu trabajo dentro de muchísimos discos que son capaces de ganar un premio así es realmente importante”.

El tiempo transcurre, la banda ya se encuentra haciendo la prueba de sonido desde hace algunos minutos, un pequeño guiño de lo que se avecina durante el concierto. David me pide amablemente finalizar la entrevista a lo cual accedo, no sin antes pedirle que, en una pequeña frase, comparta lo que significan John Coltrane y Ornette Coleman para él. Accede y responde pensativo “John Coltrane…espiritualidad y humildad”. “Ornette Coleman…libertad”.

David se levanta, nos estrechamos la mano y se dirige al escenario listo para hacer sonar su saxofón el cual emana desde las primeras notas libertad, humildad y espiritualidad.